-Créeme –le dijo- nunca te haré daño.
-Déjame –dijo ella- eso no me lo puedes prometer.
-Nunca lo haría –(nunca conscientemente).
-No te creo –(te creeré si me lo repites una vez más).
-Créeme, por favor –(sé que te convenceré).
-¿Me lo prometes? –(sólo dilo una vez más).
-Te lo prometo –dijo él.
Y le rompió el corazón.
jueves, 6 de marzo de 2008
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Pena por ambos. Es terrible que te rompan el corazón, pero tampoco es lindo romperlo.
ResponderEliminarYo en mi vida he roto uno. Y todavía puedo escuchar sus palabras: "como puede ser el amor tan efímero?"
Y yo pensando la respuesta que no le podía dar: "es que lo nuestro no fue amor".
Y le tuve que responder con un silencio.
Todos pierden.
PD: nadie pagó $3,33!!!
beso, RF
¡Y yo que pensaba que había fantasmas buenos! Los cazaré, uno por uno, ¡uno por uno!
ResponderEliminarNunca te fíes de un fantasma.
RF: jamás rompí un corazón, y jamás me lo rompieron a mi... el relato es pura ficción (...otra mentira más...)
ResponderEliminarPor cierto, sigo sin pillar lo del café...lo veo clarísimo, 3,33$, seguro.
BM: mmmm, hay fantasmas buenos... lo que pasa es que uno acaba encontrándose siempre con los malos... o por lo menos son los que se recuerdan! Te debo una historia de fantasmas de verdad!
XD Sin comentarios (Mentirosa)
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