lunes, 31 de marzo de 2008


“Puedo resistir a todo, excepto a la tentación”

O. Wilde

miércoles, 26 de marzo de 2008

Desde Damasco

Aqui sigo... en la capital mas antigua del mundo (dicen)... entre Jordania, Libano y Iraq. Todo polvo y calor. Me lo estoy pasando muy bien, la verdad (aunque echo de menos una cerveza bien fria).
Un beso colectivo, y seguid siendo buenos hasta que vuelva!

jueves, 20 de marzo de 2008

lunes, 17 de marzo de 2008

Verídico. Hoy. Hace 20 minutos, aproximadamente:

Yo: Pase, buenas noches.
La señora en cuestión (la llamaré Ella, para abreviar): Buenas noches -con tono de voz bajito, bajito, como si estuviera en sus últimos momentos.
Yo: ¿Qué le ocurre?
Ella: Pues mire... resulta... que hoy fui al médico, al de la Seguridad Social -yo la miro con cara de póker... ESTO también es la seguridad social...- y me dio unas pastillitas, para el dolor de cabeza...
Yo: Continúe.
Ella: Y resulta que se me han pasado las molestias del embarazo.
Yo: ¿Quiere decir que ha dejado de notar al bebé?
Ella: No, no... es más bien que antes tenía molestias, en la tripa, al ponerme los pantalones me apretaban, cuando me subía las bragas -repito: verídico- la goma me molestaba aquí donde el ombligo, pero desde que me tomo eso me encuentro mucho mejor...
Yo: ...
Ella: ...
Yo: ¿Quiere decirme que ha venido a Urgencias, que lleva 2 horas esperando (y lo que le queda), para contarme que se encuentra mejor?
Ella: Sí -con vocecita de enferma terminal
Yo: ¿En serio?
Ella: Sí -con cara de preocupación pre-mortem
Yo (para mis adentros): ¿¿EN SERIO??
Yo (con cara de "escalera de color"): ¿Y qué es lo que le preocupa exactamente?
Ella: No volverme a encontar como antes...
Yo (comenzando a perder mi cara estática): A ver si nos entendemos, ¿usted ha venido al Hospital para ver si podemos conseguir que vuelva a encontrarse como antes, cuando se encontraba mal?
Ella: Efectivamente, doctora, efectivamente... ya casi me había acostumbrado.

Yo, me levanté de la mesa, la miré con cara de "full de ases", y directamente le señalé (eso sí, con toda educación), la puerta por la que había entrado...

sábado, 15 de marzo de 2008

De Madrid al cielo....


Sueños

Hoy he tenido un sueño tan real que cuando me he despertado parecía que seguía siendo verdad. He necesitado un segundo para darme cuenta de que ya se había pasado. Menos mal. He mirado al techo, he abierto la ventana, he bebido agua, y he dado gracias al cielo de que solo fuera un sueño.
He sido feliz.
Me he dado la vuelta en la cama, me he perdido debajo del edredón y me he vuelto a dormir. Ya sin sueños. Prefiero mi vida a mis imaginaciones. Lo que antes era la realidad ahora solo aparece en mi subconsciente. He ganado. Por fin…

miércoles, 12 de marzo de 2008

Francia

(...)
-Recuerdo haberle recordado que él estaba comprometido irremisiblemente con Cecilia.
-¿Eso era? -apuntó Ira.
-Solo quería asegurarme de que ella no se hacía ilusiones sobre el hecho de que su posible maternidad alterase la situación. No creo que se las hiciera. "Lo voy a echar de menos. Es un amante extraordinario", dijo. Y yo le respondí: "Francia está llena de amantes extraordinarios, Edith". Y ella me contestó con una especie de añoranza fingida: "Pero yo no estoy en Francia".
(...)
(Réquiem por Harlem, Henry Roth)

Propósitos

Hoy me he encontrado un papel en mi monedero, revolviendo para encontrar el metrobús, para ser más exactos (¿cómo demonios puede ser que ese trocito de cartón se me pierda todos los días? Y mira que intento ponerlo siempre en el mismo sitio…). El caso es que mientras veía cómo se iba el metro me he encontrado con una servilleta de un bar, doblada en cuatro trozos, la he abierto y me he dado de lleno con mis propósitos de fin de año. Bueno, de hecho, son mis propósitos en una columna, y los de J en la de al lado. Resulta que quedamos J y yo una noche, para arreglar el mundo, y a la cuarta cerveza en el FreeWay se nos ocurrió la genial idea de apuntarnos lo que teníamos que conseguir este año, para que no se nos olvidase. Acto seguido, lo escondí en mi cartera, creyendo que me lo volvería a encontrar con mis propósitos ya cumplidos.

Tres propósitos cada uno, tampoco hay que excederse. En la columna de J aparecen (sin orden de prioridad):
- Cambiar de curro (J sigue en el mismo trabajo, ya ni siquiera habla de buscarse uno nuevo).
- Bajo (creo recordar, entre vapores de alcohol, que se refería al instrumento musical, que quería comprarse uno nuevo… por supuesto, sigue tocando el mismo, pero todavía le quedan 9 meses por delante).
- Novia (seguimos saliendo mano a mano por los bares, y durmiendo solos, así que de novia, nada de nada).
A estas alturas del año: 0% de éxito. Fracaso total.

Mi columna ahora:
- Gimnasio (bueno, de hecho estoy apuntada a uno. En tres meses he ido… tres veces –si contamos la del día que fui a pagar-).
- Doctorado (en fin… prefiero ni pensarlo).
- Olvidar… y eso sí que lo he cumplido: ¡ya no recuerdo lo que tenía que olvidar!

Es evidente, en Noviembre seré una Doctora con músculos de acero… ¡¡lo último que se pierde es la ilusión!!

martes, 11 de marzo de 2008

Ya no

Ya no la echa de menos. Ya ha superado su falta constante. Ya ha visto que no volverá más. Ya no quiere que vuelva. Ahora el tiempo es suyo, ya no tiene hipotecas pendientes con la pena. No le debe nada, consiguió acabar con todas sus deudas (eran todas imaginarias, lo que las hace más difíciles de pagar).

Ya duerme tranquilo. Ya puede volver a soñar sin miedo a las pesadillas. Ya puede levantarse en mitad de la noche sin que la oscuridad le acose. Ya puede estar, simplemente estar, sin hacer, sin producir, sin retorcerse.

Vuelve a ser él otra vez. Vuelve a ser el que conocí. Es uno nuevo, es el de antes, el de siempre, el que he hacía tiempo no era. Ya puede volver a ser.

Y es tan feliz que no hay nada mejor en el mundo que observarle, durante horas, durante días, durante siglos. Porque sabe que nunca más, que ya no más.

jueves, 6 de marzo de 2008

Mentiras

-Créeme –le dijo- nunca te haré daño.
-Déjame –dijo ella- eso no me lo puedes prometer.
-Nunca lo haría –(nunca conscientemente).
-No te creo –(te creeré si me lo repites una vez más).
-Créeme, por favor –(sé que te convenceré).
-¿Me lo prometes? –(sólo dilo una vez más).
-Te lo prometo –dijo él.

Y le rompió el corazón.