viernes, 7 de noviembre de 2008

En la calle



Yo y mi tendencia natural a la exageración.

Vale, no, no estoy en la calle, pero tengo que dejar mi piso. ¡Ohhh! Con lo que me gusta mi cuarto de semi-adolescente, el salón con las fotos de tíos buenos (verídico), las pelusas enormes del pasillo (que cada día se reproducen más rápido; cuando el cambio climático acabe con nosotros solo sobrevivirá una super-raza de humanos mutados con bolas de polvo gigantes, estoy segura… tiempo al tiempo –soy una visionaria, y lo sabéis-). Mi Mariano (que está de vacaciones en Canarias, por cierto, y le echo de menos cada día más). El cura del tercero. ¡Dios, no había caído! ¿Qué voy a hacer sin un cura en el edificio? He mirado en Idealista.com y no hay ninguna opción de búsqueda que incluya “clero en el inmueble”. El mundo está loco, a dónde iremos a parar… (cuando la super-raza de Hombres-Pelusa nos invada, seguro que evolucionaremos y tendremos más en cuenta la minoría religiosa que debería ser OBLIGATORIA en cualquier casa).

Pues eso, que me tengo que mudar. Mi compañera de piso se va a Japón (nada más y nada menos, bendita crisis), y yo no me veo como para hacer un casting de compañeros de piso (solo hay que ver los que se presentan a Gran Hermano). Me puede hacer gracia el papel de entrevistadora, pero lo de la convivencia… Así que me paso las tardes viendo casa tras casa. Mejor dicho, tugurio tras tugurio. Empiezo a entender el complicado lenguaje de los anuncios. Un par de ejemplos:

- “Bajo muy cuco” es un sótano con una especie de ventanuco que da a una calle (eso sí, puedes ver los pies de la gente), con dos mesitas de Ikea y un suelo que serviría igual para un garaje.
- “Estudio coqueto” es un armario más o menos grande (pero armario), con una mesita de Ikea. Tiene un sofá cama que tienes que montar cada noche, moviendo la mesita al cuarto de baño.
- “Piso completamente amueblado” es una casa que pertenecía a una pareja de 800 años, con muebles de antes de la guerra (carlista). Como museo, quizás; como casa, jamás.
- “Ático muy luminoso” es un desván, con una luz que te cagas, de la que solo puedes disfrutar tumbado, porque te das con el techo en todos los puntos de la casa (y para que yo me pegue coscorrones con la cabeza tiene que ser MUY bajo).

Y así sucesivamente…
Eso sí, en mi locura inmobiliaria, he visto un ático de 307 m2, en la Castellana. Quizás un poco grande para mí, pero necesito espacio. 3 dormitorios, 3 baños completos (genial, así decido dónde ducharme). Además, tiene una terracita de lo más mona. Se me va un pelín de presupuesto, pero al fin y al cabo, ¿qué son 9 MILLONES DE EUROS para una chica como yo?

Acabaré viviendo en un armario…