lunes, 25 de agosto de 2008

Frases célebres, que seguiremos repitiendo (y escuchando)



Hace un par de días me encontré con una amiga de la facultad por la calle. No digo su nombre, que aunque yo para mis historias soy de lo más indiscreta, para las de los demás soy como una tumba.
-Ay... -me dice, medio suspirando medio muerta de risa -qué desastre es todo.
-Ya ves -le digo yo, sin saber de qué habla, pero aún así de acuerdo, todo es un desastre...
-¿Te acuerdas de X?
-Claro, qué majo, qué buen tío, qué simpático...
-Me dejó
-Qué gilipollas.... si es que se le veía venir -(y luego los tópicos de siempre... "si es que son todos iguales, qué le vamos a hacer, mejor sola que mal acompañada, etc, etc").
-Bueno, pero yo estoy más o menos bien. Y además, LA MANCHA DE MORA CON MORA SE QUITA

Seguimos hablando un rato más, y luego cada una por su camino, ella a buscar la mora en cuestión y yo a seguir con la actividad prioritaria en mi vida por el momento (el doctorado, el doctorado).

Cogí el metro (ups, agarré) y me puse a pensar. Ya sabéis que para mí el metro es lo que para los griegos era el agora, o para los budistas sus templos, el mejor sitio de meditación... Repasé la conversación y me di cuenta de la cantidad de frases que habíamos repetido, por enésima vez en nuestras vidas. La mejor de todas, la de la mora... pero a ver... ¿alguien ha intentado alguna vez quitar una mancha de mora -real- con otra mora? ¿No ensucias más todavía? No sé... como soy de ciudad igual me estoy perdiendo un mundo fascinante de milagros de la ciencia tradicional, qué se yo... En cualquier caso, no me creo lo de las moras...

Y como iba bastante lejos, seguí divagando, pensando en más frases célebres. Ahí van algunas, por si os sentís identificados (van sin destinatario):


- Mañana me levanto pronto, que aunque no tengo que trabajar así aprovecho la mañana (jajajaja... vamos, hombre, ¿pronto? Pero la maravilla que es irse a dormir con la conciencia tranquila bien lo vale... mañana apagas el despertador y a seguir durmiendo hasta el mediodía, mmmm. ¡Pasado sí que madrugo!).

- Una última y a casa (claro, que el concepto de "último" es tan relativo hoy en día).

(Y la que viene después) - Pufff... nunca más. Esta noche, no salgo (en su versión "Tía, lo siento, estoy muerto, hoy no salgo, así me acuesto pronto y aprovecho mañana el día" -jajaja-. Media hora después, ringgg -telefonillo-, "¿Sí?". "Abre, chiqui, que estoy abajo. Traigo el hielo. ¿Tienes ron?" "Sube, que ya te había puesto una copa").

- Toda la sarta del mundo amoroso, o post-amoroso -creo que son mis preferidas, tengo algo de masoquista-: "no es por tí, es por mí", y en su versión transatlántica: "no sos vos, soy yo" (que en la traducción es: efectivamente, es por mi, que no quiero estar con vos). Mejor todavía: "pero podemos ser amigos" (jajajaja, claro, me encantan los amigos). Se puede superar (esta es mi favorita): "ay... si es que eres tan buena que no te merezco". JAJAJAJA. En serio, esta es la mejor, me hace sentir tan buena... ¡si es que soy una santa!

- Las de "ups, me has pillado", en su versión de pareja: "no, no, de verdad, si te lo puedo explicar" (y os aseguro que ya lo entendí sin necesidad de explicación). Pero me quedé con las ganas de que me lo explicara de verdad: "resulta que, efectivamente, esta es X, mi compañera de trabajo, y nos estamos enrollando a tus espaldas porque nos apetecía así, ya sabes, el morbo de lo prohibido... si no estuviera contigo tendría mucha menos emoción"... la explicación en su momento tuvo mucho menos gracia.

En su versión de trabajo, saliendo por la puerta 2 horas antes de terminar, vestida de calle y con una maleta, rumbo a los Carnavales: "mmmm, justo iba ahora al laboratorio, a la General, a buscar los resultados de la paciente aquella que operamos el otro día", "ahá...", "y la maleta es de una colega que se va de viaje, y ya de paso, se la acerco" -esta creo que no coló, perdí el avión-.

En su versión colegas: "puff, hoy no salgo" -con el plan ya montado, excluyendo al amigo en cuestión-. Dos horas después, en un bar: "¡Vaya, tú por aquí! ¡Qué sorpresa!", "Sí... qué ilusión... puff, me entró un agobio horrible en mi casa y tuve que salir a oxigenarme" (bar lleno de humo hasta el techo, con gente hasta en las paredes, música a diezmil decibelios). El colega, con un poco de suerte, con un contenido suficiente de alcohol en sangre como para ver lógica la explicación. Después de ese día, me prometí no volver a beber ni una gota, lo juro. Me tomé la última, y me fuí a casa para poder levantarme pronto al día siguiente y aprovechar la mañana.

(Llegué a las 10 , me metí en la cama y cuando me levanté salí directa a tomarme unas cañas por la Latina).

7 comentarios:

  1. Las que molestan son las pesimistas, o mejor dicho, las conformistas. Agrego algunas: "En fin..."(que generalmente se dice con entonación de cuento medieval, te maté con esa); "Gracias a Dios/ Si Dios quiere" (estas me generan ganas incontrolables de boxear a quien las dice); "Este cuerpito se va a dormir" (esta me da un poco de risa). Otras que me parecen genialidades y que suele decir un amigo mío (que las dice como nadie) son: "se agrandó como sorete en kerosene" (jajajaja), "Tengo más leche que un tambo" (leche en referencia a mala suerte). Hay más.

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  2. Me encanta la de "en fin...", me siento tan identificada! La de "si Dios quiere" la utilizo menos (ya sabes, mi respeto a la Autoridad Divina, y por si, de pronto, no quiere).
    Y tengo que admitir una vez más que lo que nos separa no son los kilómetros, sino el idioma, porque del último párrafo no entiendo una palabra!
    Espero más (a ser posible, comprensibles).

    Besos guardieros

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  3. Tienes más razón que una santa.

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  4. ¿Has estado hace poco en Cuba o que???esa cervecita cristal,ummmmmmm que rica mi amol!

    Besos

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  5. En Julio... ¡y ahora a la India! (por cierto, ya ví tus fotos de Cuba del 2006... muy chulas!

    bss

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Tragos