viernes, 17 de septiembre de 2010

Japonizandome....





Lo que para algunos puede ser un "madre mia, menudo desastre de viaje", yo he decidido convertirlo en un "tio, soy una aventurera que te cagas". Obvio, no se puede empezar un viaje con la moral baja.


Sali el miercoles de Madrid, despues de unas horitas de guardia (si, veinticuatro interminables horas de horror), y de un momento de caos en el momento de hacer la maleta (que se yo, perdi la nocion del tiempo y de pronto me vi con montones de ropa tirados por todas partes, y sin tener ni idea del clima en Japon). Pero bueno, superado ese primer bache, y las distancias kilometricas para llegar a mi avion (Terminal 4, Barajas, Madrid... muy bonito, eso si; muy poco practico, eso tambien), me senti como si el viaje empezara de verdad.


La sensacion de alegria desaparecio aproximadamente 8 horas despues, cuando me di cuenta de que mi vuelo Dubai-Tokyo era el unico retrasado entre los cientos de vuelos que hacen escala en los Emiratos. Las 6 horas que pase en el aeropuerto ese del infierno, entre las 12 de la noche y las 6 de la madrugada, han sido, probablemente, las mas desesperantes que he tenido en los ultimos milenios. Solo tengo un comentario que hacer: el aeropuerto de Dubai huele mal.


Por fin al avion otra vez. Creo que eran 10 horas de vuelo. Digo creo porque me dormi nada mas abrocharme el cinturon de seguridad, y cuando me desperte ya estabamos sobrevolando Tokyo. Yo creo que dormi tan bien porque tengo la conciencia tranquila. Bueno, y porque me tome un orfidal nada mas despegar.


El caso es que aterrizo en Japon, de noche, y con la tranquilidad de tener un sitio donde pasar la noche (el dia de antes habia reservado dos noches en un hostal en Asakusa, en un acto de organizacion sin precedentes). Ya que lo estaba haciendo todo tan bien, decidi llamar para avisar de que llegaba un poco tarde (gracias a Air Emirates).

La conversacion fue mas o menos asi (la traduzco, para los que no entendais japones):

- Mushi, Mushi...

- Hola, que tal? Tengo una reserva hecha en este hostal, pero llegare un poco mas tarde, porque mi vuelo ha llegado con retraso.

- Muy bien. Podria decirme su apellido?

- Gavilan.

- Perfecto, Sra Gavilan. Gracias por avisar con tanta antelacion, pero la reserva la tiene para dentro de un mes, el 16 y 17 de Octubre.

- ......

- Sra Gavilan?

- Ah, muchas gracias. No tendran sitio para hoy, verdad?

- No, Sra Gavilan.

- Bueno, pues... nada... casi que me cancelen la reserva de Octubre.

- Sayonara

- Arigato (sniff, sniff). Sayonara.


Total, que me encuentro a las 11 de la noche (que es tardisimo aqui), medio lloviendo y sin hotel. (Si, sniff, sniff).

En ese momento decidi que lo mejor era venir al centro, y dejar que mi instinto me guiase hasta una madriguera (confiaba en encontrar un hotel, no un agujero cubierto con periodicos viejos).

En el tren conoci a una senora muy maja, japonesa, que venia de HongKong de hacer submarinismo, y me explico como llegar al Asakusa (porque anda que no es complicado orientarse en el tren, sobre todo entre el jet lag y las lagrimas).

Por supuesto, en Asakusa los albergues estaban todos llenos. Por lo menos se veia bastante gente durmiendo en la calle. "Genial", pense, "asi por lo menos no duermo sola". Sniff, sniff....


Y entonces, mi super instinto me guio hacia unos neones verdes. Podria haber sido un burdel, pero no, mejor todavia: un hotel de capsulas!!! Y no de capsulas de las que toman los adolescentes en las discotecas, no, capsulas para dormir. Es un concepto mezcla de futurista y campo de concentracion. En mi piso hay un cuarto de bano con taquillas, y luego un pasillo largo con nichos a los lados que hacen de camas. Porque no nos enganemos, son igualitos a nichos. Con tele y aire acondicionado, pero nichos. Y todo super blanco, super limpio, super ordenado...

A la entrada del hotel te dan unas zapatillitas verdes, que lleva todo el mundo. Pero lo mejor es que tambien te dan un pijama\kimono azul clarito... asi que cuando te cruzas con alguien tienes la sensacion maravillosa de pertenecer a una secta.

Y el colmo de las maravillas es la zona de duchas. Esta en el ultimo piso, con vistas al rio (que es un poco mugriento, pero es un rio, por lo menos). Hay una habitacion grande, con duchas pequenitas y taburetitos, para ducharse. Por supuesto hay todo tipo de jabon, champu, acondicionador... Y enfrente hay una banera enorme (enorme como una piscina), con agua transparente y limpisima, caliente pero sin llegar a quemar. Impresionante.


Asi que ayer, despues de tomarme unas copitas de sake en un bar muy japo que hay enfrente del hotel (tan japo que parece casi de mentira), me di un bano en la pileta maravillosa, me puse mi kimono y me meti en mi capsula.


Se puede pedir un principio de viaje mejor??

4 comentarios:

  1. me parto!! Vas a volver japonizada y me pedirás llamarte Curustina! Me alegro que al final ha salido bien ;) Mil besos!

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  2. Cris!! Qué mal trago, pero la verdad es que el resultado suena más que atractivo, yo quieroooooooooooooooo... :P

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  3. Como mola el hotel-capsula!!

    A todo esto, la maleta donde se guarda?? porque entiendo que por muy pequeña que sea (las dos, tu y la maleta), no cabeis ni de coña en la capsulita, no??

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  4. Jajajajajajajajajajajajajajaja!!! Me he descojonado en medio de clase con tu reserva...

    Que canteo el hotel ese, no? La verdad es que me apetece ir a Japón.. Me lo apunto para el futuro!!

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Tragos